Eventos de Guatemala en Décimas: Presentación de "Piedra de Escándalo"

Por Walter González

Bajo un cielo gris de nubarrones y lloviznas pasajeras, el día de ayer se llevó a cabo la presentación del libro del Maestro cubano Modesto Caballero, Piedra de Escándalo, dicho evento se realizó en las instalaciones del centro cultural del Instituto Guatemalteco Americano.

La conducción del evento estuvo a cargo de Oscar Monzón, voz reconocida ampliamente en los medios de comunicación y se contó con la colaboración invaluable del equipo del Club de Lectores del Sábado que se reúne en el IGA, y en especial de su directora Rosario Vidaurre.

En esta ocasión se hizo también la presentación oficial del Grupo Guatemala en Décimas, para lo cual se presentó un video en el que se narra la historia del blog y de este resurgir de la poesía en diez versos.

La Editorial Universitaria, a través del Ingeniero Anacleto Medina realizó la entrega simbólica del poemario al Maestro Caballero a través de una figura de sobra conocida en los círculos literarios nacionales, Ana Maria Simons, quien a su vez dio lectura al discurso que el Maestro Caballero enviara previamente y en el cual no solamente agradece a la casa editorial por la publicación de su obra, sino también se une a la alegría del surgir del colectivo decimista guatemalteco.

Por último se procedió a dar lectura a diversos poemas que forman parte de la obra del poeta Caballero, participaron Rosario Vidaurre, Blanca Alvarez, el Doctor Chong Ging Lee Duarte, Oscar Monzón, entre otros que gustosamente prestaron sus voces al sentimiento del Maestro cubano.

Para nosotros, como parte de este movimiento poético, es una alegría y una satisfacción indescriptibles ver este sueño vuelto una realidad y agradecemos a toda la gente que se dio cita al evento, muy a pesar de la inclemencia del tiempo, a la misma vez nos sentimos comprometidos a hacer de este medio un espacio agradable de poesía.

A nombre de Roberto Cifuentes y del mío propio doy infinitas gracias a todos, a los asistentes fisicamente y a aquellos que en este momento están presentes en el evento a través de esta nota que se hace como un rinconcito en el centro cultural del IGA mediante el espacio virtual.

Palabras del poeta Modesto Caballero Ramos

Quisiera hoy decir muchas cosas, pero estoy lejos de ustedes y gracias a esta voz dulce que se escucha, al menos les trasmitiré algunas ideas. Esto que está sucediendo en este instante, es como si se estuviera leyendo mi testamento después de la partida. Y sin embargo, sigo vivo, juro que sigo vivo y que he vivido y entonces es la prueba más fehaciente reflejada en aquella célebre frase de nuestro, de todos, José Martí, que la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Pero sin dramatismo, en estos momentos tan hermosos, donde estamos asistiendo al nacimiento de un hecho extraordinario, como si fuera un nuevo hijo, al menos para mí lo es.

Tampoco estoy ausente, porque además de estas breves palabras, ante ustedes está este humilde libro dedicado por entero a otro gran ser humano, el Arzobispo Oscar Arnulfo Romero Arias. En el libro va un canto a la vida, un canto a la dureza de nuestro tiempo, pero a la vez, en el sentimiento del sujeto lírico, el que ríe pocas veces pero que no llora nunca y se proyecta vigoroso en el enfrentamiento a la vida cotidiana contra ángeles y demonios, ríspidamente masculino, está inequívocamente el alma del poeta. El poeta, y permítaseme contradecir a uno de los grandes, al menos este intento de serlo, no es un fingidor. No se puede decir con tanta pasión lo que nunca se ha vivido. Amar y odiar no es ni será jamás la única razón del Ser. Acaso si se dijera solamente Amar, entonces yo me incluiría en esa milicia para defender el concepto en su primera línea de combate.

Entonces Piedra de escándalo es a la vez que espada, escudo. Esa es la esencia de este breve poemario, donde no falta la mirada inquisitiva y provocadora de los que como Jahvé, fueron por razón, alguna vez guerreros y por idolatría, entregados amantes al ser humano, a sus virtudes y defectos, pero sobre todo, al latido sensitivo del ser en la sublime epopeya, la gran aventura inalienable del ser sobre la tierra, destinado irreversiblemente a morir: Es ahí la esencia de la poesía.

Piedra de escándalo no pretende ser un icono editorial. Sin embargo, para los propósitos para los que fuera concebido, se complementa adecuadamente, es decir, a la vez de servir de deleite para la lectura, funcione como libro de consulta para quienes deseen entrar al mundo armonioso de la estrofa de los diez versos. Si ello se cumple, entonces habrá valido la pena haber sido protagonista de su alumbramiento.

Agradezco con mi más depurada modestia, y confieso lo difícil que es para alguien con mi nombre y apellido ser modesto y caballero, las dos cosas a la vez, a todos los que de alguna manera tuvieron que ver con la publicación de esta obra, los que comenzaron el trabajo, recuerdo al arquitecto Bayron Rabé, a la licenciada María del Rosario Fernández, Chaito; y al doctor Lee Duarte. A los que le dieron continuidad al proyecto, creo que con más amor del merecido por mí, pues ni siquiera me conocieron personalmente, me refiero al ingeniero Anacleto Medina Gómez, a los miembros del Consejo Editorial de la Editora Universitaria, y al licenciado Roberto Cifuentes Escobar, a quien declaro mi gran amigo Guatemalteco. A Cifuentes hay que agradecerle además el nacimiento del proyecto Guatemala en décima, junto al joven poeta Walter González, cuyo blog ya está llevando al mundo entero un mensaje de mucho aliento desde la tierra del Quetzal y para quien convoco todo el apoyo posible.

Siempre se podrá contar con mi colaboración, puesta por entero a disposición del pueblo y de la cultura de mi querida y bella Guatemala. El Apóstol de nuestra independencia sembró en el corazón de los cubanos, un amor muy especial por ella, ¿entonces que no haría un hijo de esta tierra por ser consecuente con la doctrina del Maestro? Como él en su momento, yo repito: Dígame Guatemala en qué puedo servirla y a cambio solamente le pediré que me permita serle útil hasta la infinitud de los tiempos.

Yo brindo por Guatemala,
¡Ah, la tierra del Quetzal!
Llevo mi voz al maizal,
junto al indio, busco el ala
del volcán, por donde exhala
la tierra allá en lo profundo.
Bríndole también al mundo
mi fe por ti, tierra mía.
Y también la idolatría
del amor con que te inundo.

Muchas gracias,
Modesto Caballero Ramos.
La Habana, Cuba
19 de julio 2008

Vea un fragmento del Discurso del Maestro Caballero